Primeros auxilios para perros

Sieger

Los primeros auxilios para perros son una habilidad vital para cualquier dueño de mascotas, especialmente cuando se embarcan en viajes o nos encontramos lejos de casa. Cuando estamos en movimiento, los riesgos para la salud de nuestros fieles compañeros pueden aumentar, desde pequeños cortes hasta emergencias más graves.

Estar preparado para manejar estas situaciones puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para tu perro. Los conocimientos básicos en primeros auxilios te permiten brindar atención inmediata y adecuada en caso de lesiones o enfermedades repentinas. Además, la capacidad de actuar rápidamente puede reducir el estrés tanto para vos como para tu mascota, lo que asegura un viaje más seguro y tranquilo para todos.

En este sentido, comprender los principios básicos de los primeros auxilios para perros es esencial para cualquier dueño responsable que desee garantizar el bienestar de su perro durante sus aventuras juntos. En esta nota, te mostramos cómo actuar en caso de que tu perro sufra un accidente.

Primeros auxilios para perros: determinar la gravedad

Cuando tu perro tiene un accidente, lo primero que hay que hacer antes de actuar es determinar la gravedad de la situación. Para eso, tenés que ver algunas cuestiones.

¿Respira?

Comprobar la respiración es el primer paso. Pase lo que pase, es fundamental comprobar que tu perro respira correctamente. Lo que tenés que hacer es observar si su pecho sube y baja. Lo normal son entre 20 y 30 respiraciones por minuto.

Es muy importante garantizar que el perro pueda respirar. Para eso, enderezale el cuello y abrile la boca para facilitar la entrada de aire. Eso sí, todo con muchísimo cuidado. Una de las premisas de los primeros auxilios para perros es que a veces por más rápido que se haga no significa que sea mejor. Tenés que hacer las cosas de forma pausada para evitar más lesiones, pero con determinación.

¿Tiene pulso?

Otra cuestión muy importante es controlar su pulso. Para eso, con un reloj en mano, colocá el dedo índice por encima de la rodilla de tu perro y a la mitad del muslo interior. Así palparás el latido de la arteria femoral

Una vez encuentres el latido, tenés que contar las pulsaciones durante 15 segundos y el resultado multiplicarlo por 4. Repetí todo una vez más para asegurarte de que no haya habido errores.

Los valores normales se encuentran entre 90 y 140 en perros pequeños, 70 y 110 en medianos y 6 y 90 en grandes.

¿Cómo es su temperatura?

Lo recomendable es que todos aquellos que tengan un perro cuenten con un termómetro digital en casa, de uso exclusivo para ellos, ya que la temperatura se mide por vía rectal. La temperatura normal de un perro es de 38º a 39º.

Para medir la temperatura, levantá la cola del perro o movela hacia un lado. Introducí el termómetro unos 1,5 o 2,5 cm en el recto, dependiendo del tamaño del perro. A veces, este proceso debe hacerse con la ayuda de otra persona que lo sujete. También se puede usar vaselina para facilitar la introducción. El termómetro emite un pitido o muestra un mensaje cuando la medición ha finalizado. Esto puede llevar 1 o 2 minutos.

Evaluar los daños

Una cuestión fundamental, además de comprobar sus constantes vitales, es evaluar los daños y heridas que sufrió el perro.

  • En caso de accidentes, es importante identificar si hay sangre, de dónde proviene y qué tan grave es la herida.
  • En caso de atragantamiento, hay que identificar qué es lo que causa la obstrucción y el tamaño.
  • En caso de una descomposición, evaluar si se trata de factores externos (como el calor) o internos.

Primeros auxilios en perro: ¿Cómo actuar si se atraganta?

Puede que tu perro se haya tragado algún objeto, o algo esté obstruyendo sus vías respiratorias, incluso un trozo de comida. Para ello, haremos una búsqueda dentro de su boca con los dedos, de un lado al otro en busca de algún objeto.

Si tu perro está tosiendo, dejaremos que tosa todo el tiempo que necesite, ya que es la forma más efectiva de expulsar cuerpos extraños de las vías respiratorias.

Si tu perro ha dejado de toser y tenemos la seguridad de que tiene algo obstruyendo sus vías respiratorias y no podemos llegar con los dedos, entonces es posible que tengamos que hacer algunas maniobras de primeros auxilios para perros.

Maniobra de Heimlich en perros

La maniobra de Heimlich consiste en hacer expulsar el objeto que produce la obstrucción hacia el exterior, a través de la boca. Pero lo mejor es antes intentar usar técnicas menos peligrosas.

Primero tenemos que probar suerte utilizando la gravedad a nuestro favor. En perros pequeños, lo más fácil es agarrarlos de las caderas y ponerlos boca abajo. Normalmente, en un par de sacudidas el objeto saldrá expulsado.

En perros grandes, haremos la misma técnica que con los perros pequeños pero sin sostenerlos en el aire ya que debido a su tamaño será imposible y además podemos lastimarlos. Para ello, agarramos al perro de las patas traseras mientras mantiene sus patas delanteras apoyadas en el suelo, como si fuese una carretilla.

Si esto no funciona, podemos dar 5 palmadas interescapulares (entre los dos hombros) a nuestro perro. Estas palmadas deben ser más bien golpes secos con la parte baja de la palma de nuestra mano.

Si el atragantamiento persiste, realizaremos la Maniobra de Heimlich, como lo hacemos con las personas.

Vamos a pegar nuestro pecho a su espalda lo más que podamos, e incluso mantendremos al perro de pie pegado a nosotros, y rodeando su pecho con nuestros brazos vamos a buscar la parte baja y central de sus costillas, lo que también llamamos la boca del estómago.

Luego, vamos a poner un puño sobre sus costillas si el perro es grande, o 3/4 dedos si el perro es pequeño. Con la otra mano, presionaremos sobre nuestro puño o dedos. Las presiones deben ser firmes y fuertes, pero con cuidado de no romper ninguna costilla. Tras un par de presiones, vamos a volver a buscar en su boca por si el objeto fue expulsado y vamos a intentar agarrarlo si tenemos acceso.

Si no es así, vamos a seguir con dos o tres presiones más y luego volveremos a revisar su boca. Una vez que el objeto haya salido, comprueba que tu perro respira con normalidad.

Primeros auxilios en perros, ¿cómo reanimarlos?

ÚNICAMENTE podemos realizar maniobras de RCP si nuestro perro no respira ni tiene pulso.

Lo primero que debemos hacer es tumbarlo sobre su costado derecho y estirar su lengua dejándola lo más afuera posible, hacia un lado. Con esto evitaremos un posible atragantamiento.

Luego, vamos a cerrar su boca con nuestra mano, e incluso, por seguridad, podemos improvisar un bozal alrededor con alguna prenda o pañuelo, que deje libre su nariz y boca que es por donde le daremos respiración artificial.

En perros pequeños, vamos a rodear con nuestra boca su nariz y boca, y en perros grandes lo vamos a hacer a través de su nariz. Vamos a soplar en su hocico, como si estuviésemos inflando un globo. Tenemos que notar cómo su pecho se infla notablemente.

Se recomienda hacer 2 o 3 soplos y comprobar el pulso y la respiración antes de comenzar con las compresiones torácicas. Si todavía no hay signos vitales, entonces vamos a hacer de 5 a 10 compresiones según el tamaño del perro.

Estas compresiones deben ser firmes y rápidas, con la parte baja de nuestra mano ayudándonos con nuestra otra mano entrelazada, y con nuestros brazos completamente rectos. Vamos a aplicar más o menos presión en función del peso de nuestro perro. Tras cada 5 a 10 compresiones torácicas vamos a volver a soplar en su hocico. Tenés que intentar esto durante 20 minutos e ir comprobando cada uno o dos minutos su pulso y su respiración.

En resumen, invertir tiempo en aprender los primeros auxilios para perros es una inversión invaluable para cualquier dueño de mascotas. La capacidad de proporcionar cuidados de emergencia adecuados puede marcar la diferencia en momentos críticos, lo que asegura la salud y seguridad de tu fiel compañero canino. Así que, antes de emprender cualquier aventura con tu perro, tomate el tiempo para educarte sobre los primeros auxilios; nunca sabés cuándo podrías necesitar aplicar este conocimiento vital para mantener a tu perro fuera de peligro.